
La incautación de $7 mil millones en Bitcoin de Yadi Zhang desata batalla legal entre Reino Unido y China
Un total de $7 mil millones en Bitcoin se encuentra ahora en el centro de un enfrentamiento legal entre el Reino Unido y China. Los activos digitales, vinculados a uno de los mayores fraudes de criptomonedas de los últimos años, fueron confiscados tras una larga investigación, pero aún no se ha resuelto la cuestión sobre quién los posee.
El mayor caso de fraude con Bitcoin en China
El caso gira en torno a Yadi Zhang, quien se ha declarado culpable de lavado de dinero. Entre 2014 y 2017, Zhang ejecutó una serie de esquemas fraudulentos de riqueza, prometiendo a los inversores chinos rendimientos de hasta el 300%. Más de 128,000 personas fueron estafadas, y la mayor parte de los fondos se convirtieron en Bitcoin. Sus operaciones combinaban habilidades técnicas con trucos financieros tradicionales, lo que hacía que el esquema fuera complejo y difícil de rastrear.
Tras mudarse al Reino Unido bajo una identidad falsa, Zhang llevó un estilo de vida extravagante. Alquiló una mansión en Londres por $6.7 millones y mantuvo un estilo de vida muy por encima de sus medios aparentes. Su residencia fue registrada en octubre de 2018, pero los investigadores inicialmente encontraron solo una pequeña parte de sus activos. Especialistas pasaron dos años y medio descubriendo 61,000 BTC en múltiples dispositivos. En ese momento, las monedas valían $1.8 mil millones, un valor que desde entonces ha aumentado a $7 mil millones debido al incremento del precio de Bitcoin.
El daño financiero a las víctimas ha sido severo, con muchos esperando años para recibir compensación. La declaración de culpabilidad de Zhang en 2025 proporciona cierto cierre, pero su sentencia aún está pendiente. Las autoridades continúan investigando a sus cómplices, incluido Jian Wen, quien fue condenado en 2024 por ayudar a lavar los fondos ilícitos.
Quién posee los $7 mil millones en Bitcoin
La propiedad del Bitcoin confiscado se ha convertido en una disputa internacional. China quiere que los fondos se devuelvan a las víctimas para que puedan recuperar las pérdidas de hace casi diez años. El gobierno del Reino Unido ve las monedas como una forma de generar ingresos y reducir el déficit presupuestario. Los informes indican que los funcionarios del Tesoro podrían vender el Bitcoin, lo que podría generar miles de millones pero también afectar al mercado.
Vender una cantidad tan grande conlleva riesgos. Los analistas advierten que una venta repentina podría bajar temporalmente los precios. Grupos como Reform UK también podrían oponerse a una venta rápida, prefiriendo mantener parte del Bitcoin como reserva. La venta de 50,000 BTC por Alemania el año pasado muestra que vender demasiado pronto puede generar pérdidas de ganancias potenciales.
Las negociaciones entre China y el Reino Unido son delicadas. Los equipos legales de las víctimas de Zhang se preparan para una larga batalla en el Tribunal Superior. El caso podría sentar un precedente importante sobre cómo manejar activos digitales a través de fronteras.
Implicaciones más amplias del caso
Este caso legal va más allá de los crímenes personales de Zhang. Plantea preguntas sobre cómo los gobiernos deberían manejar las criptomonedas confiscadas, especialmente cuando están involucrados más de un país. Las incautaciones de activos tradicionales suelen seguir reglas internacionales claras, pero las monedas digitales son más complicadas. La blockchain hace que las transacciones sean rastreables, pero los conflictos de propiedad a través de fronteras siguen siendo inciertos.
El resultado podría mostrar cómo las autoridades manejan grandes incautaciones de criptomonedas. Las monedas confiscadas podrían venderse, mantenerse en reservas nacionales o devolverse a las víctimas. Cada elección afecta al mercado, la confianza de los inversores y el precedente legal. Expertos como Yuhua Yang de Thornhill Legal afirman que el caso podría cambiar la cooperación entre China y los países occidentales en delitos relacionados con criptomonedas. El caso demuestra que las criptomonedas no son solo dinero, sino también un activo geopolítico que puede influir en políticas y en la economía global.
Próximos pasos en el caso
La siguiente etapa del caso se centrará en la decisión del Tribunal Superior sobre el Bitcoin confiscado. Los abogados tanto del Tesoro del Reino Unido como de las víctimas chinas están preparando argumentos sobre quién tiene el derecho legítimo a los $7 mil millones.
Los tribunales y autoridades deberán considerar factores financieros, legales y políticos. La decisión podría sentar un precedente sobre cómo se manejan grandes incautaciones de criptomonedas a través de fronteras, afectando tanto a la actuación de los gobiernos como a las expectativas de los inversores.
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