
El cofundador de Tether predice un cambio global hacia las stablecoins para 2030
Reeve Collins, cofundador de Tether, compartió una idea audaz en Token2049 en Singapur. Según él, para 2030, todas las principales monedas, incluido el dólar, el euro y el yen, podrían adoptar la forma de stablecoins, lo que indicaría un cambio creciente hacia sistemas financieros basados en blockchain. Collins cree que los beneficios del dinero tokenizado son demasiado importantes como para que las finanzas tradicionales los ignoren.
Cómo podrían las stablecoins reemplazar el dinero tradicional
Collins considera que las stablecoins se convertirán en la principal forma de mover dinero dentro de los próximos cinco años. Una stablecoin está vinculada a una moneda tradicional como el dólar, el euro o el yen, pero funciona sobre una blockchain, lo que permite transacciones instantáneas con comisiones más bajas que las transferencias tradicionales.
Este cambio sería más que una simple comodidad. Los tokens digitales ofrecen una alternativa más transparente y eficiente a la banca tradicional. Las transacciones son rastreables y pueden completarse en segundos, mientras que las transferencias internacionales se vuelven más sencillas. Los analistas creen que esto podría transformar las remesas, las finanzas corporativas y las actividades bancarias cotidianas.
Collins espera que la adopción crezca antes de 2030. El enfoque no está en nuevas monedas, sino en nueva infraestructura. Dólares y euros conservarán su valor, pero ganarán nuevas características como liquidación instantánea y dinero programable.
Este enfoque podría transformar el papel de los bancos. En lugar de controlar el dinero, podrían funcionar como proveedores de la infraestructura para las monedas tokenizadas. El resultado podría ser un sistema financiero híbrido que combine elementos centralizados y descentralizados.
Por qué los bancos están emitiendo sus propias stablecoins
Collins afirma que el reciente cambio en la postura del gobierno estadounidense respecto a las criptomonedas está ayudando a que más personas y empresas las utilicen. Las instituciones financieras tradicionales solían ser cautelosas porque las reglas eran poco claras, pero ahora están explorando más soluciones basadas en blockchain.
Los efectos podrían ser de gran alcance. Bancos y empresas financieras están evaluando las stablecoins para facilitar pagos, ofrecer nuevos servicios y acceder a nuevos mercados. Collins cree que muchas grandes instituciones están considerando sus propias stablecoins para aprovechar tanto la rentabilidad como la eficiencia.
Este cambio también evidencia la conexión entre finanzas centralizadas y descentralizadas. Collins imagina un futuro donde el dinero, los préstamos y las inversiones puedan moverse en un sistema híbrido. Combinar la velocidad de la blockchain con la supervisión tradicional podría cambiar el flujo de capital y la dinámica de las inversiones en los próximos diez años.
Marcos regulatorios claros podrían hacer que las stablecoins sean más seguras y aumentar su uso entre empresas y usuarios cotidianos. Un cumplimiento adecuado podría ayudar a que los pagos en blockchain se vuelvan comunes para transferencias internacionales, nóminas y gastos rutinarios.
Pros y contras de un sistema completamente digital
Tokenizar activos trae beneficios claros, pero también nuevos desafíos. Collins señala que poner activos en la cadena puede hacerlos más útiles e incluso más rentables. Activos idénticos pueden volverse más eficientes y transparentes. Las transacciones internacionales son más rápidas, las comisiones son menores y la auditoría es más sencilla.
Sin embargo, los riesgos siguen existiendo. La seguridad es clave, especialmente con los puentes de blockchain, contratos inteligentes y wallets de criptomonedas. Los hackeos y la ingeniería social son posibles, aunque las protecciones están mejorando. Las soluciones custodiales y no custodiales ofrecen a los usuarios más opciones de control y conveniencia.
Collins destaca que un sistema financiero completamente en blockchain requiere confianza y educación. Los usuarios que deseen control total deben manejar los detalles técnicos, mientras que otros pueden depender de servicios más robustos. Las compensaciones son conocidas para los usuarios de activos digitales, pero a una escala mayor.
Al final, la tokenización no es solo un cambio técnico. Es un cambio cultural y operativo, y la rapidez con la que instituciones y personas se adapten determinará el papel de las stablecoins en las finanzas globales.
Podría hacerse realidad la visión de Collins
La idea de que las stablecoins se utilicen ampliamente para 2030 es ambiciosa, pero posible. La tecnología subyacente ya está lista, y las organizaciones financieras exploran aplicaciones de blockchain. Siempre que la adopción crezca de manera constante y las regulaciones se mantengan claras, las stablecoins podrían convertirse en una herramienta común para pagos, remesas y finanzas empresariales.
El desafío está en la adaptación. La velocidad a la que individuos, empresas y gobiernos logren combinar blockchain con finanzas tradicionales será decisiva.
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